viernes, 24 de agosto de 2018

Una Córdoba en Francia.

Còrdas, Cordes o Cordes-sur-ciel (Francia)
País: Francia
Provincia: Tarn
Población: Cordes-sur-ciel
Fecha: 20180810

Casi siempre que hablamos de las "otras Córdobas" para diferenciarlas de la original, fundada hace casi 2.200 años por Marco Claudio Marcelo (sin contar el poblado anterior turdetano, también llamado así probablemente) al borde del río Baetis, hoy Guadalquivir, al sur de la actual España, en ese abanico multicolor y multicultural que es Andalucía, solemos pensar en esas más de tres decenas de villas, aldeas, ciudades, provincias o regiones que se reparten sobre todo por América, aunque también en Filipinas, y que en su mayoría fueron creadas y fundadas al albor del colonialismo que Castilla y Aragón desarrolló en estas tierras desde el conocido año de 1492.

Desde la más norteña, la Córdoba (o Cordova) que está desde 1790 en la costa de Alaska, donde los 45 grados de temperatura son negativos, y al sol; hasta la más populosa, la hermosa Córdoba argentina, con su millón y medio de almas, fundada en 1573 por un sevillano casado con una cordobesa; pasando por la mexicana Córdoba de Veracruz, una coqueta ciudad fundada en 1618; o la provincia, o departamento colombiano de Córdoba, cuya capital es Montería; y la más al este, la Córdoba filipina, en la isla de Cebú, sita en medio de ese maravilloso laberinto de islas que componen el país asiático.

Pero, ¿y si hubiera otra "réplica" de Córdoba, esta vez en el viejo continente, y además fundada 270 años antes del famoso encuentro con América en aquel 1492...?

Hablo del pueblo francés Cordes-sur-ciel, cuya traducción sería Córdoba en el Cielo, y que pertenece a la región Mediodía-Pirineos y distrito de Albi.

Entorno de Cordes-sur-ciel
Debo, en principio, reconocer que no he encontrado nada oficial que relacione fielmente dicha afirmación, por lo que deja de ser categórica para pasar a relativa, aunque siempre posible. Tan solo una confirmación de un guía turístico dando por hecho la traducción del idioma occitano, pocas referencias en alguna página web de viajes y turismo, y algo escrito en papel que ha podido llegar a mis manos. Nada más.

Cordes-sur-ciel se sitúa sobre la colina "puech" de Mordagne.
Su fundación ocurre en medio de una época de enfrentamiento religioso. El catarismo, una doctrina confesional surgida entre los siglos XI y XII en Europa, especialmente en el sur francés, y que, entre otras cosas, defendía el rechazo absoluto al mundo material, encontró respuesta, como no cabía esperar de otra manera, en la todopoderosa y ultramaterialista Iglesia Católica que, aliándose con la no menos monarquía francesa forman un frente común llamado Cruzada Albigense (por la ciudad de Albi), declarando la guerra a los cátaros en el año 1209.

Lugares donde se desarrolla la Cruzada Albigense (foto Wikipedia; SanchopanzaXXI)
El avance cruzado culmina con la batalla de Muret en 1213, en la que muere el rey Pedro II de Aragón, uno de los vencedores de la batalla de las Navas de Tolosa frente a los almohades en Jaén, ocurrida un año antes, y que en esta cruzada apoyaba a sus vasallos que se defendían de los católicos ortodoxos. Aunque la guerra no acaba aquí. El Papa Inocencio III fallece en 1216, lo que es aprovechado por el Conde Raimundo VI de Toulouse, y su hijo Raimundo, que llevaban en el exilio desde la dicha batalla, para desembarcar en Marsella y comenzar a recuperar los territorios perdidos.

En este punto llegamos al año 1222, en el que el Conde Raimundo VI muere, heredando su hijo Raimundo VII, que se hará cargo de la gestión de los territorios recuperados y de los asuntos de la guerra. Una de sus preocupaciones es el reforzamiento de las infraestructuras defensivas y de protección de sus súbditos, y aquí surge la bastida de la que hablamos, y que el conde llamará Còrdas o Cordes, que en idioma occitano, como hemos comentado, quiere decir Córdoba.

Plano de la bastida de Cordes-sur-ciel
¿Qué hizo al conde Raimundo VII ponerle ese nombre? Aquí llegan las conjeturas y la imaginación, pues nada se sabe de ello a ciencia cierta, o al menos yo no he sido capaz de encontrarlo. Desde luego tuvo que influirle la fama de una ciudad (entonces Qurtuba) con muchos siglos de poder político y cultural que se extendía por todo el mundo conocido, en especial en los últimos años con la dinastía omeya. Hay que tener en cuenta que en aquel 1222 todavía mantenía el prestigio de sus escuelas, a pesar de la intransigencia e intolerancia religiosa de almorávides y, sobre todo, almohades, siendo patria de los afamados Averroes (1126-1198) y Maimónides (1135-1204), y la juventud ansiaba estudiar en ellas. Aún no había sido anexionada por los castellanos, hasta catorce años después. También podemos especular con que el conde, que estuvo junto con su padre exiliado varios años y, aunque parece que los pasó en Inglaterra, podría haber tenido sentido que, al menos unos meses, estuviera en casa de su aliado, la Corona de Aragón, y de hecho la invasión para recuperar sus tierras se realizó en Marsella, lo cual podría indicar que se preparó desde las tierras aragonesas de las costas de Cataluña. Eso pudo también darle la oportunidad de conocer más y mejor el sur peninsular a través de las relaciones políticas y militares de su aliado aragonés. ¿Por qué no?

Campos que rodean Cordes-sur-ciel
Una bastida no es un castillo, sino que se trata de una villa construida en lo alto de una colina, aquí el "puech" de Mordagne, y rodeada de potentes murallas, que en Cordes son cuatro líneas concéntricas de muros defensivos, y que servía para que la población que perdía sus viviendas debido a la guerra se refugiase en ella, manteniendo una composición urbanística parecida, en gran medida, a las ciudadelas romanas, con sus cardos y decumanos, aquí moldeados según el terreno.

Puerta del Reloj (siglo XIV)
Puerta del Abulón (siglo XIII)
Muralla de la Puerta de la Jane (siglo XIII)
Torre de la Barbacana (siglo XIII)
En este caso, además, nace con la intención de mantener en ella constantemente a una población que se dedique al comercio de los productos que se cultivan, crían y elaboran en los campos que la rodean. Para ello se levanta la Plaza del Mercado, aunque el pórtico es posterior, y con un magnífico pozo de abastecimiento de agua potable, con 113 metros de profundidad.

Plaza del Mercado (siglo XIV)
Todo esto hace que la gente que se traslada a vivir en la bastida se sientan seguros y levanten sus casas y tiendas.







La Iglesia Católica, a través de su Papa Honorio III, entra en ira descomunal por nuestro Raimundo VII al verle de nuevo Conde de Toulouse, Marqués de Provenza y Duque de Narvona, así que lo excomulga en 1225, y arenga al Rey francés para que lo persiga a sangre y fuego, cosa que logra tras vencerle en 1229, bajo el papado de Gregorio IX, haciéndole firmar el Tratado de Meaux, y finalizando así la Cruzada contra los cátaros. Estos, sin embargo, siguieron fieles a sus creencias escondiéndose en bosques o reuniéndose clandestinamente pero, perseguidos por la Inquisición, fueron perdiendo adeptos y a mediados del siglo XIV ya se dio por extinguida la doctrina.

Cordes, por aquel tiempo, seguía siendo un pueblo próspero, al encontrarse en un cruce de caminos desde su fundación, y cerca de la importante ciudad de Albi, hoy Patrimonio de la Humanidad, y algunos pudieron levantar en la población casas con un carácter más aristocrático, y del nuevo gusto gótico de la época, con arcos ojivales.

Casa del Grand Veneur (siglo XIV)
Casa Grand Fauconnier (siglo XIV)
Y se mejora la iglesia para recuperar los cultos "como Dios manda".

Iglesia de Saint Michel (siglos XIII al XV)
Durante siglos se ha mantenido en la localidad su carácter rural y mercantil, así como gran parte de su caserío, dejando rincones de gran belleza. Hoy es un pueblo turístico, de unos 500 habitantes, que vive de ello casi de forma exclusiva. Otros 500 aproximadamente ocupan los campos de cultivos que hay en el extrarradio por el municipio.







En la década de los años 80 del siglo XX el pueblo comenzó a llenarse de bohemios y artesanos, que se vinieron buscando la soledad y la inspiración del artista en un lugar recóndito y alejado de los bullicios de la vida del consumismo y las prisas, y abrieron sus casas-tienda por sus calles, emulando a sus antecesores, y hoy en día aún se mantienen, imprimiendo un carácter muy específico y un ambiente distinto al resto de ciudades turísticas.





Fueron ellos los que probablemente notaron cómo aquella antigua bastida cátara y pueblo occitano, de fachadas de arenisca y gris, esa "villa de las cien ojivas" de calles empedradas, parecía flotar entre las nubes cuando poco a poco se levantan las nieblas de los meses frescos de la campiña. Por ese motivo comenzaron a apellidarle "sur-Ciel": "en el Cielo", algo que pasó de ser oficioso a ser oficial, cuando le cambiaron el nombre, quizás para diferenciarla de aquella de la que la separan más de 1.200 kilómetros...

En el año 2014 fue nombrado el pueblo más bonito de Francia, evento organizado en un programa de la televisión France TV.


Tengo entendido que existe un proyecto en la Córdoba andaluza para, una vez restaurada debidamente, convertir la Iglesia de San Rafael, del Asilo Madre de Dios, a las afueras de la Puerta de Baeza, en la Casa de las Córdobas, donde tendrían cabida todos esos lugares que en el mundo llevan ese nombre. No estaría de más plantearse la posibilidad de hacer un huequito para este pequeño y hermoso pueblo francés, cuyo conde fundador, Raimundo VII de Toulouse, decidió emular, de una manera u otra, a la original.

Todas las fotos son del autor, salvo las que oportunamente se indican.