Suele llevar a error el uso de la palabra "histórico" o "histórica" como adjetivo, pues se relaciona directamente con el sustantivo propio "Historia" aunque esté más relacionado con el sustantivo común "historia". Esta se refiere a una narración de acontecimientos reales o ficticios, mientras que aquella resulta ser la disciplina que estudia los acontecimientos pasados de la humanidad, relativos a los pueblos del mundo, y que afectan a todas sus actividades como seres humanos.
Escucho una y otra vez la expresión "Comunidades Históricas", y me suelo preguntar si se conoce realmente su significado, o si el oyente se deja llevar por el adjetivo que se insinúa hacia el sustantivo propio que se le pretende dar, obviando de forma lamentable lo que la Historia, en mayúsculas, auspiciadas por reconocidos o no tan reconocidos investigadores, nos han hecho llegar con su trabajo, y con un intento enmascarador de la realidad pasada por la consecución de unos objetivos políticos legítimos, pero no siempre excusables, y en cualquier caso, nunca solidarios.
Porque cuando se habla de Comunidades Históricas se suele caer en el error de que esas comunidades autónomas de este maltrecho país llamado España, son herederas de algún estado pre-establecido históricamente en el conjunto de la nación o grupo de naciones europeas, y que por tanto obtienen un mayor derecho a una auto-determinación especial sobre el resto de espacios afronterados de los territorios que las rodean, como un privilegio inequívoco e irrevocable al que no solo no deben renunciar, sino más bien con derecho a exigir.
Independientemente de la legalidad reconocida como histórica, por reivindicación en tiempo pasado y culturas específicas, y con ABSOLUTO derecho a requerirlas de forma pacífica y democrática, algunas de las las denominadas Comunidades Históricas NO TIENEN NINGÚN ANTECEDENTE como Estado Histórico, y por lo tanto no pueden basar sus exigencias en un pasado inexistente como tal, porque nunca existió.
En definitiva, muchas de las Comunidades Históricas de España no pueden basar sus exigencias independentistas planteando una existencia pasada como Estado independiente, porque sencillamente no existieron como tal. Y por casualidad, supongo yo, las regiones o comunidades que más lo reclaman, son precisamente las que NUNCA fueron Estado o reino independiente, y SIEMPRE fueron lo que yo denominaría Históricamente Comunidades. Es decir, el uso del adverbio, más que del adjetivo o del sustantivo, común o propio.
Repasando las denominadas Comunidades Históricas, por cierto, no todas iguales (observar por colores el mapa que antecede a esta entrada, y las de color más verde son supuestamente más Comunidades Históricas que las otras), la realidad histórica de ellas sería muy distinta:
Andalucía: Fue Estado Independiente entre el año 756 y el 1031, con el emirato y califato de Córdoba, y entre el año 1238 y 1492 con el reino nazarí de Granada. Tiene, por lo tanto antecedentes como estado propio.
Aragón: Entre 1035 y 1707 fue reino independiente, y en él se incluían zonas como Cataluña, Valencia, Baleares, Sur de Italia, y otros puntos tan lejanos como la propia Grecia. Tiene, por lo tanto, antecedentes como estado propio.
Baleares: Perteneció a muchos otros estados y reinos, como especialmente a Aragón. No tiene antecedentes como estado propio.
Canarias: Con una población desatomizada, en 1402 se incorpora al reino de Castilla. No tiene antecedentes como estado propio.
Cataluña: Perteneció como marquesado (Marca Hispánica) al Imperio Carolingio y luego fue Condado del Reino de Aragón. No tiene antecedentes como estado propio.
Galicia: Con antecedentes no muy claros, el reino de Gallaecia sobrevive entre el 1065 y 1230, año en el que se incorpora al reino de Castilla. Tiene, por lo tanto, antecedentes como estado propio.
País Vasco (Euskadi): Perteneció al Reino de Navarra, de Castilla-León y de los Francos. No tiene antecedentes como estado propio.
Valencia: Perteneció al reino de Aragón y al de Castilla. No tiene antecedentes como estado propio.
Como se ve, la mayoría no tiene antecedentes como estado como para poner esa excusa para exigir una posible independencia y conversión como estado. Y sin embargo, quedan fuera comunidades como:
Castilla, León, Navarra o Asturias resultan no ser Comunidades Históricas, cuando fueron estado-reinos independientes.
Lo que sí es cierto es que estos estados o reinos independientes representaban más a las posesiones feudales de sus señores que a los propios pueblos a los que se supone que representan, y los habitantes de estos territorios solo suponían brazos para trabajar, fieles para llenar iglesias, mezquitas, sinagogas y conventos, y carne de cañón que aumentar los números de unidades en las levas. Muy posiblemente ninguno de ellos ni siquiera sabría en qué lugar de este mundo se encontraba para sobrevivir.
Solo tras la Constitución de 1812 considero yo a este país nuestro como tal, pues sus individuos por fin se aferran a algo común. Los franceses hicieron la división más lógica, pero con fronteras permeables y admitiendo la diversidad.
Un sentido común que se fue al traste cuando...
... y no volveremos a ver otra igual hasta 1931... Lo demás está tan cercano que da hasta miedo.
Una excelente lección de historia. perfectamente diseñada. Lo peor la foto del cerdo último, que demuestra que tenemos lo que nos merecemos.
ResponderEliminarAh, y una preciosa foto de la mole de la catedral enquistada en la Mezquita, con la espadaña donde estaban las cigüeñas, y que fue lo primero que vi desde mi casa cuando vi por primera vez amanecer en 1952. fue la primera vez con cinco años que vi salir el sol por la campiña.