Croquis de la fuente romana monumental (recorte conservado del periódico Córdoba) |
Cuando era jovencito (vamos, hace cuatro días), solía recuperar artículos y escritos sobre Córdoba, pues siempre me gustó investigar sobre la historia, el urbanismo, la arquitectura y la sociedad de esta milenaria ciudad en la que vivo. Ahora es mucho más fácil informarse a través de las nuevas tecnologías, pero en aquellos años a los que aludo, no estaba generalizado el uso de ordenadores personales, y mucho menos, de internet, así que me entretenía de esta manera.
Últimamente, entre confinamientos y días de vacaciones, y haciendo limpieza en aquellos lugares donde poco se asoma uno a lo largo del año, y donde suele guardar objetos y documentos que, en muchos casos, no se sabe por qué están allí aún, me ha aparecido un interesante escrito sobre el tema que titula este post. Por no recordarlo, ahora mismo no sabría asegurar si este escrito, que voy a poner más abajo, se trata de un artículo completo, o solo un resumen, a modo de notas académicas, como sí recuerdo que solía hacer.
Desgraciadamente, y es un error que en su día tuve, y que hoy no puedo sino lamentar, no dispongo ni del autor, ni de la fecha de creación. Sí tengo, sin embargo, la fecha de cuando tomé aquellas notas, y que se sitúan en el mes de julio de 1989, y también que fue copiado (o resumido) de un artículo publicado en el Diario Córdoba, y del que, además, me quedé con un recorte del croquis que se ve más arriba.
Dicho artículo trata sobre los restos romanos que salpican la hermosa Plaza de Jerónimo Páez, frente al magnífico Museo Arqueológico de Córdoba, entonces zona degradada y sin disponer aún de la tan necesaria ampliación, y lugar donde estuvo situado el Teatro Romano de Corduba. En él se describen dichos restos como los de una monumental fuente romana, y el proyecto de reconstrucción "in loco" en este lugar, que nunca se llevó a cabo.
Plaza de Jerónimo Páez, años 80, tomada de internet (se requiere autor para reflejarlo aquí) |
A continuación el artículo comentado:
"Esparcida por la Plaza de Jerónimo Páez existe una monumental Fuente Romana en espera de su recomposición. Los restos de esta fuente se descubrieron en los trabajos arqueológicos realizados en 1977 por Ana María Vicent y Alejandro Marcos Pous, con la ayuda de los funcionarios del Museo Arqueológico J. Costa y R. Secilla, en la calle Saravia, nº 3, en el fondo del solar, ya lindando con la calle Leiva Aguilar."
"Bajo la tierra se encontró una poderosa plataforma cuadrada, con varias hiladas de sillares. Sobre esta fuente base había pavimento también cuadrado formado por grandes losas de piedra dura gris oscura de la Sierra. En este pavimento encaja el petril circular del pilón de la fuente (que por su interior tiene un suelo de ladrillitos dispuestos en "espina de pez") flanqueado por cuatro robustas columnas de granito que soportaban un entablamento y su techo. Las bases y capiteles de las columnas y el entablamento no se conservaban, pues eran de mármol y se reaprovecharon en otras construcciones o pasaron a los hornos de cal. En el centro del pilón de agua hay un hueco para insertar una especie de pilastra o basamento de mármol, también desaparecido, que llevaba el surtidor."
"Esta fuente con petril circular y bajo baldaquino es francamente original y rara. Circular, pero sin columnas hay una en la antigua Cuicul (hoy Djemila, en el interior de Argelia). Otra de Ostia, junto a Roma, tiene en cambio cuatro columnas, pero muy pequeñas y asentadas en un petril cuadrangular bastante reducido. Modestas y de otros tipos, a veces graciosas, son las cuarenta y pico fuentecillas de las calles de Pompeya. Según la documentación revisada, esta fuente pública cordobesa resulta única y muy monumental por su disposición y dimensiones. El paso siguiente en monumentalidad y complejidad es el ninfeo público. Los elementos de la fuente se recuperaron y trasladaron a esta plaza, frente al Museo Arqueológico. Por su tamaño no debía instalarse en su interior como las otras doce existentes en el museo, restituidas a su función. Por ello se ofreció al Ayuntamiento su recomposición en la plaza, el lugar más idóneo, quien lo asumió dentro del plan de reforma de plazas; el museo proporcionó planos a escala con el proyecto de ordenación general de la plaza y dibujos de la fuente. El alcalde mostró un interés personal grande, algún concejal visitó varias veces el lugar, se llegaron a designar los técnicos correspondientes e incluso el constructor. Pero desde esas fechas las piedras dormitan plácidamente, a sol y sombra, entre lagartijas y hormigas. No perdamos la esperanza de ver algún día en pie este antiguo documento histórico de Córdoba en la plaza de una ciudad con no sobrados monumentos. Para terminar hay que añadir que si bien la ciudad de Roma se adorna con famosas y bellas fuentes, carece de una auténtica fuente romana antigua: Córdoba, en cambio, la tendría."
El Museo Arqueológico se amplió (aunque dejó vacío el antiguo Palacio de los Páez de Castillejo, que aún espera su recuperación), y la plaza se remodeló con una reforma integral, pero el proyecto de la fuente monumental jamás se llevó a efecto.
Plaza de Jerónimo Páez en 2015 (foto del autor) |
La verdad es que me gustaría saber qué fue de aquel proyecto, por qué no se realizó, y quién fue el autor de este escrito que hoy he encontrado entre mis momias polvorientas, así que, si alguien tiene información y quiere aportar algo, esta es su casa para lo que crea conveniente.