La "Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Jaén, Guarda y Defendimiento de los Reynos de Castilla", se acurruca a la falda del Cerro de Santa Catalina sobre el cual se levanta, prepotente y dispuesto, el castillo del mismo nombre, comenzado a construir en la época del Califato Andalusí y ampliado y mejorado tras la conquista castellana en 1246. Hoy en día el castillo es el Parador_Nacional_de_Jaén y está considerado uno de los mejores de España, tanto por su fisonomía medieval, que aún se mantiene, como por su calidad en el servicio y decoración interior. Un lujo no al alcance de todos.
El castillo en sí se encuentra en este momento en plena restauración-remodelación-reconstrucción, que nunca se sabe cuál de estas tres denominaciones hay que aplicar cuando se actúa en un recinto histórico. Sus muros se yerguen sobre el monte, dominando la ciudad.
Y el recinto mantiene el aspecto medieval de sus paramentos, torres y puertas, convirtiéndose en una impresionante terraza donde las vistas alcanzan decenas de kilómetros a la redonda.
Cuando el tiempo lo permite, eso sí.
En definitiva, otra joya andaluza más del medievo español. Esperemos acertada la restauración final.
La ciudad de Jaén (la Gaiena romana) dio nombre a la andalusí Cora de Yayyá y fue durante siglos dominadora de uno de los territorios más bélicos de la Península Ibérica: la zona norte de la provincia jiennense, lugar de batallas como la de las Navas de Tolosa o Bailén, pues siempre esta zona fue puerta principal de acceso al Valle del Guadalquivir y las costas cercanas a las Torres de Hércules (Estrecho de Gibraltar)
"E habyendo tomado e conseguido una ves mas llegar a la mas alta torre del mas alto castyllo de la mas alta montanya, baxamos a yantar a la cybdad e villa por conoscer sus gentes e villanos e mesclarnos com ellos, e conoscer sus viandas e sus vinos, sus afecites e saladas, sus carnes e pescados e frutos. Mas antes concurrimos en un amcho lugar solado don se encontrava la más fermosa de las fassadas de Yglesya Maior que jamás vimos, com torres altas e columnas e santos. Todo digno de ver"
Diseñada por Pedro_de_Vandelvira, la hermosa Catedral de Jaén la ejecutó su hijo, Andrés_de_Vandelvira, (quien también "vistió de pleno renacimiento a Úbeda y Baeza") aportando sus propias ideas y dejando una de las mejores obras renacentistas de España. Su fachada y porte fue inspiración para muchos otros arquitectos que construyeron catedrales e iglesias en el Nuevo Mundo, marcando una nueva influencia, en este caso positiva, hacia aquellos remotos lugares tan castigados por nuestro egoísmo y extraña forma de vida. El interior es, al mismo tiempo, austero y señorial, elegante y popular, cercano y místico. Es un lugar para recorrer despacio y sin perder detalle.
Sin embargo, el casco histórico de Jaén está ABSOLUTAMENTE ABANDONADO. ¡Lástima de Jaén! ¿Quién la ha abandonado y por qué? ¿Quién es el responsable de que sus calles estén repletas de suciedad, sus solares abiertos llenos de porquería, incluso sus restos arqueológicos cercanos a la Catedral, sus casas a medio caer...? No he visto jamás una ciudad con tanto graffiti estúpido en sus paredes, incluso en lugares históricos... (Hola, soy yo... Mili, te quiero... Tonto el que lo lea... Hola... y extrañas formas inconclusas, o sí...) La llamada "Judería" se cae a pedazos, las aceras llenas de mierdas de perro, los vehículos pasando por calles que son hechas para personas, las construcciones son colmenas de tres plantas en lugares donde solo debería haber una casa de no más de dos plantas; balcones convertidos en simples vanos, sin decoración, sin flores ni decoración. ¿Qué habeis hecho de la floreciente Yayyán?
No. Me niego a poner fotos de esto. Porque Jaén tiene valores por valorizar, como estos lugares:
El Casco Histórico de Jaén ha sido abandonado por sus gobernantes durante decenas de años a los especuladores y hacedores de dinero fácil y pronto, y hoy pagan sus consecuencias. Su caserío simplón lo ocupa hoy una población deprimida, lejana a las posibilidades de los de los barrios nuevos, sin escuelas, sin centros de salud, sin lugares de esparcimiento, con los coches entrando en sus propias cocinas. Han dejado morir su pasado en el presente.
Jaén es una ciudad abandonada.
Pero, además, Jaén es una ciudad abandonada por sus gentes. ¿Dónde están los jaeneses y jaeneras? La ciudad está vacía: tiendas y bares cerrados, plazas, calles...
¿Dónde...?
Bueno, esto sí que tiene una respuesta contundente: los jaeneros y jaeneras están en plena campaña; recogiendo aceitunas de sus impresionantes campos para darnos el aceite a gran parte del mundo. Salvo que el honorabilísimo Sr Durán i Lleida nos aclare dónde_están_realmente nuestros aparceros andaluces.
¿Y si visitamos Jaén por solo ver esto?
¿Acaso no merece la pena?
Espero que ningún ciudadano de Jaén se sienta ofendido por mi crítica, pues lo que pretendo con ella es colaborar por recuperar una ciudad que considero abandonada... pero nunca olvidada.